Los elencos locales galardonados entienden que el premio abre puertas o bien es la posibilidad de emitir una crítica.
Cada elenco tiñe con su impronta el premio. Algunos de los marplatenses que recibieron el Estrella de Mar entienden que es un empujón para seguir, en un terreno en el que nunca es sencillo batallar. Para otros, es una oportunidad para ejercer la crítica, tal como hizo Marcos Moyano, premiado como mejor director local por su labor en la obra “La mueca” (sábados a las 22 en El Séptimo Fuego).
Verdadera conmoción generó la performance de Moyano: simuló cortarse el brazo delante de las cámaras, ante el estupor de quienes creyeron que era verdad y no, como se supo unos segundos después, un “acting” pensado y armado en la cocina de su casa.
Ante “la certeza” de que se iba a proscribir su obra de las ternas y de las premiaciones debido a la serie de críticas que realiza el Séptimo Fuego a la política cultural local, el actor preparó la acción que manifestó su compromiso con lo que piensa. “Fue una performance, saqué un cuchillo trucado, parecía que salía sangre pero es teatro, soy actor, hago esto”, dijo a LA CAPITAL. De su actuación hablaron ayer todos los medios de comunicación del país.
Otras miradas
Con veinticuatro años, Nahuel Porto Navarro resultó el mejor actor marplatense por la estupenda interpretación que hace en la obra “Nervio” (martes a las 21.30 en el Colectivo Cultural A la vuelta de la esquina). Se mete en la piel de un boxeador de la década del ’30 y ’40 que transita del éxito al fracaso.
En su caso, el premio es una oportunidad para que su trabajo en el teatro independiente y bajo la dirección de Federico Balderrama pueda conocerse más. “A veces es difícil remarla, el premio ayuda a que nos vean y que sepan que existimos”, dijo.
Y contó que el personaje de Nervio -tal su nombre- le demanda energía “mental y física”. “Fueron seis meses intensos de ensayos y de búsquedas, hasta que apareció esa presencia tan fuerte, creo que logramos que la obra tenga un movimiento orgánico, desde que empieza hasta que termina es como un organismo que en un punto no manejo y es un personaje que está vivo”.
Perplejidad fue la sensación que tuvo la cantante y actriz Lucía Silva, al ser premiada con un Estrella de Mar en el rubro mejor espectáculo musical marplatense. “Es como un sueño hecho realidad, toco el premio y no lo puedo creer”, dijo. “Desde que nací sé que esto es lo que quiero hacer, (la actuación) es la misión en mi vida y que haya un reconocimiento por una obra que escribí y que además es un proyecto de familia (el productor es su compañero de vida Leandro Kurfirst), me deja realmente sin palabras”, agregó.
También para ella, el premio es la oportunidad de llevar el unipersonal -que tiene música en vivo y que sube a escena en el escenario de Las Nubes (en el complejo Manantiales)- a otros escenarios, incluso a otros idiomas.
“Hay posibilidades de que se traduzca al italiano e inglés, idiomas que también hablo”, contó. Y no duda en aprovechar su experiencia nacional e internacional para abrirse puertas con esta historia que se centra en las muchas mujeres que habitan en una misma mujer.
La fuerza del grupo
La obra “Bajo terapia”, en tanto, resultó el mejor espectáculo marplatense de la temporada y la actriz de ese elenco, Alita Núñez, fue galardonada como mejor actriz local. “Hace once años que empecé en Mar del Plata y la verdad es que no me conoce nadie, venimos remándola y remándola, me siento un poco Cenicienta”, dijo sobre la luz que aporta el Estrella.
“El valor del premio es que confirma que si están las posibilidades dadas, se logran las cosas, parece muy naíf, pero es un trabajo de hormiga que uno va haciendo”, agregó y entendió que el reconocimiento también lo adjudicó al buen funcionamiento del grupo. “Bajo terapia es una obra angelada”, consideró.
El elenco de esta pieza, que puede verse todos los jueves a las 20 en la sala Melany del complejo Radio City Roxy, tiene dirección de María Carreras y un elenco que integran Marcelo Rigl (también productor), Daniela Rodríguez, Emiliano Fernández y Daniel Oviedo.
Rigl, justamente, coincidió en que “la obra es maravillosa” y adjudicó el premio a “la puesta diferente”. “Podemos hacer teatro independiente y proponer un producto de calidad, tratamos de cuidar todos los detalles”, indicó.